O mascas o te sales

No es fácil atender a la pantalla del ordenador sin mascar un chicle. O por lo menos es una de las asquerosas costumbres importadas por los mayas (y si no, que le pregunten a Mel Gibson que les ha puesto a caldo lerendo). La mayoría de los días nos encontramos con la disyuntiva de elegir entre una variada amalgama de chicles, cuando en realidad solo quieres llevarte algo a la boca ;)
Cuando la gusa pega, acabas avalanzándote sobre una bolsa de aperitivos, mantequillosos y pringosos, a 0,75 céntimos de euro de la máquina. No tendría que existir ninguna incompatibilidad entre trabajar y comer. En realidad defendemos el derecho de ponerse como el quico en horario laboral. Porque para estar sano hay que comer sano, y de lo que se come se cría, no comas gallinejas o criadillas (para los que no sean expertos en la materia de casquería, son lo que se denomina coloquialmente 'cojoncillos' esmirriaos).
Oh dios mío, tengo la vía Láctea dentro de la boca! No digas de este agua no beberé y de este pan no me haré un bocata de salchichón.
Imagina (hazlo joe) una mañana dedicada única y exclusivamente a la elaboración de una crónica, de un hecho o acto en el que ni siquiera has estado. Entonces, solo tu inventiva y tu talento con la pluma (sin ser necesariamente de Chueca) puede salvarte y convertirte en un prodigio de la altura de Larra. Sinceramente, pasando del Pulitzer lo único que te interesa es entregarlo a su hora, con una redacción que no parezca de primero de párbulos pero sí de 4 de Primaria. Pondría dos puntos... o un monumento (atención al chicarrón del norte, qué perfil... es lo más granado de la Cordillera Cantábrica)...
Ah! Pensé que me estaba vibrando el tema... debería comprarme otro móvil...
en fin... cuál es el sentido de este artículo? En realidad ninguno si la persona que lo escribe ni siquiera lo tiene. No somos posesivas.
Ricemos el rizo hasta encresparte el pelo axilar. Todo comenzó en las tripas de este edificio en el que nos encontramos. Algunos lo califican de gris; otros, de puta mierda. No es que te deje frío; te deja más 'helao' que el xuminipower de una esquimal.