martes, 27 de marzo de 2007

Momentos Sturputs

Hola, hola tunantes, ya estamos aquí estamos de nuevo. Hoy os vamos a contar como preparar whisky al gin tonic, pero antes haremos un repaso de cómo empezar un día cagandola hasta el fondo, con los bajos incluso manchados de chocolate (esto es literal, que no escatológico).
Cuando uno duerme una media diaria de 4 horas sus reflejos empiezan a fallar de forma irremediable. Desde aquí os animamos a pegar la oreja por lo menos ocho horas e incluso a dormir la siesta. Pero nuestras ocupaciones cotidianas tales como tararear canciones que no nos sabemos hasta las 3 de la mañana, o estar conectadas en el MSN nos lo impiden. Tenemos una agenda ocupada.

La cuestión es que esta mañana estaba lloviendo, los angelitos meando y las nubes sin dodotis, cuando esperaba a la kavra a la puerta del sturputs. Había llegado tarde por una vez en su vida, y se sentía tan realizada por la nueva experiencia que no cabía de gozo. (Ella dice que manipulo, yo digo, obviamente, que la objetividad no existe).
Continuemos. Entramos y pedimos lo de siempre: el muffin chuffin con hiperchocolate para poner a prueba, en plan ITV todo tu sistema orgánico, acompañado de un mocca pequeño SIN NATA!!! SIN NATA COÑO!!
Vale, nos lo dan sin nata ante tal exigencia. Una vez añadidos los complementos (7 kilos de azúcar) vemos que hay un sofacito de dos plazas junto a las ventanas. Perfect!!! ya era hora de pillar un hueco decente y no las sillas de madera en forma exacta de cuatro. Nosotras, que somos de letras, nos dirigimos hacia la zona de sillones moniiiisimos cuando...
... al ir a dejar mi Moccccca sobre la mesa...

...y barajar la posibilidad de dar varias vueltas haciendo el gilipollas alrededor de la mesa...
...la tapita que te ponen arriba con un agujero para que absorbas el contenido...
...hace un sonido onomatopéyico de: "flooopy" y vuela...
...como un boing 747 despegando de la terminal 1 de Barajas
Consecuencia: el café se derramó desafiando todas las leyes físicas, químicas y penales para formar una ola gigante de café chocolatoso que impregno la mesa, sofás y las tapas de los castellanos del hombrecito que estaba sentado al otro lado de la mesa, y que con cara de pavor y estupefacción ante el tsunami de cafeína que se avecinaba, trató de resguardarse tras el periódico.

Kavra tiene los pantalones sucios y las botas blancas con color caca, que no caqui. Yo me meo de la risa... y ella, que por un momento dudó si pegarme una paliza para quitarme las tonterías, también se unió al jolgorio con sonoras caracajadas.
Es la crónica de un día en la que... posiblemente Sturputs tome medidas: mi foto aparecerá en la entrada de sus establecimientos en plan 'wanted' como persona non grata. Después de que la empleada pasara la fregona a mala ostia y yo me disculpase entre risas: "ay... de verdad (jaja) no sabes cuánto lo siento (jajajajajajajajaj me meo) qué apuro (o sea).

Qué bien huele el café recién hecho por las mañanas, verdad?

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